
Michel, Amanda y Myfanwy son tres mujeres que no nacieron en Mendoza, pero que hoy la eligen no solo para vivir y desarrollarse profesionalmente, sino que además se han comprometido de tal modo que han proyectado una fundación para ayudar a familias rurales desde la inserción a la educación. Es así que nació Fundación Servir, con el preciso objetivo de ayudar a esas familias –en su mayoría de migrantes peruanos y bolivianos– desde el dictado de cursos de formación académica de forma gratuita, mejorando así sus posibilidades de conseguir un empleo mejor o simplemente mejorar sus posibilidades de comunicación.
“Nos conocimos porque coincidimos con nuestros trabajos en el mundo del vino. Somos muy diferentes pero teníamos en común nuestras ganas de ayudar desde el voluntariado”, explica la estadounidense Michel Schromm, ideóloga de la fundación que hoy funciona en Ugarteche.
Desde la nueva ONG coinciden en que la gente que vive en las zonas rurales tiene una diferencia en el nivel de acceso a la educación. Es por esto que la idea es dar más oportunidades para reforzar su educación y que de esa manera estas personas puedan también trabajar en otras áreas vinculadas a la industria del vino.
Myfanwy Turner, otra de las integrantes del proyecto, una argentina de origen galés y que vivió gran parte de su vida en en esas tierras, asegura: “Hemos tenido mucha suerte porque la gente se animó a participar. En un principio Michel empezó a formar la idea y luego nos sumamos. Cada una por su parte siempre tuvo el pensamiento de generar un proyecto de una ONG. Uno puede estar muy ocupado con su rutina pero creo que hay que encontrar el tiempo para dedicarle a este tipo de actividad”.
Entre risas cuentan que el modo de llegar a la gente del lugar es de lo más simple y familiar, sin vueltas y siempre de frente. “Vamos a la feria de los domingos en Ugarteche, ponemos una mesa con un cartel que dice clases gratuitas, preparamos unos mates y la gente se acerca interesada y el boca a boca hace lo suyo. También nos hicieron una nota en una revista del lugar. La gente ya conoce la Fundación Servir”, dice Amanda Barnes, otra de las mentoras de la entidad, una inglesa que llegó hace algunos años a estudiar más del vino argentino.
Este trío de verdaderas voluntarias dice que en Ugarteche encontraron personas que querían aprender de verdad, más allá de que muchos decían que no iba a funcionar porque la gente del lugar era muy cerrada. Hoy tienen más alumnos inscriptos de los que tenían previstos. El semestre pasado empezaron las actividades con un curso piloto de inglés de 6 semanas y este año iniciarán las actividades con cursos de Inglés y Computación, y con la idea de implementar, para las mujeres de la zona, talleres de cocina, nutrición y salud femenina. Han pasado por las aulas de Fundación Servir más de 80 personas y este año ya hay inscriptas más de 100. “Tenemos alumnos niños, adultos y adolescentes. Las clases que más piden son Inglés y Computación, y la idea es seguir sumando voluntarios a través de las redes sociales y del boca a boca”, dice Myfanwy.
Con respecto al rol de la mujer en la sociedad mendocina, estas tres jóvenes emprendedoras coinciden en que son más conservadoras que en sus lugares de origen. “El hombre trata a las mujeres de forma muy educada pero las expectativas de lograr más objetivos profesionales son menores a la de los hombres”, aseguran. Aunque reconocen: “También que hay que tener en cuenta que en estos momentos en el mundo del vino, por ejemplo, hay más mujeres enólogas o en puestos claves como en comercio exterior. Pero sí es muy diferente de lo que puede ser Estados Unidos o Inglaterra”.
El trabajo sin precedentes que Fundación Servir viene haciendo en Ugarteche es de gran impacto social, pero sus responsables reconocen que hay que empujar mucho más a la gente para que participe en trabajo voluntario. “En la cultura inglesa o norteamericana la gente esta más predispuesta a colaborar con distintas causas que atienden las ONG. Aquí es más dificultoso, lo que puede ser por el tema económico y lo que significa tener que desprenderse del dinero. En nuestros países la gente no anda diciendo ‘mirá que buena persona que soy por trabajar en una ONG, sino que se da naturalmente’”, explica Michel. Pero, asimismo, aseguran que han sido gratamente sorprendidas por la generosidad y el apoyo que han tenido en cada actividad que han emprendido.
El próximo paso de la fundación es tener un lugar físico en Ugarteche y poder crecer en lugares como Valle de Uco, Agrelo o Perdriel. También se están planificando actividades los sábados para las madres que no pueden concurrir durante la semana por sus obligaciones domésticas.
Eligieron Mendoza
El vino y el afecto a Mendoza son dos aspectos que actúan como denominador común en la vida de estas tres jóvenes extranjeras que hoy se desarrollan profesionalmente en Mendoza y colaboran desde lo social con esta propuesta educativa en favor de la gente que lo necesita.
Myfanwy Turner es dueña de la agencia de turismo Mendoza Wine Camp y llegó a nuestra provincia desde Gales hace 7 años a visitar a su hermana, que se casaba con un mendocino, y nunca más se fue. “Vendí mi pasaje en Internet y me quedé acá. En este país si bien la estabilidad económica y política no es la de Inglaterra, la calidad de vida es muy buena y sentí que desde donde yo venía la gente iba detrás del consumo y aquí se vivía de otra manera, más tranquila”, explica.
Por su parte, Michel Schromm llegó de Estados Unidos pero no para quedarse, aunque le fue gustando el lugar y vio que había muchas oportunidades de hacer cosas. Hoy se desempeña en el sector de turismo de la Bodega Pulenta Estate. “Siento esto como un desafío, y mientras pueda crecer profesionalmente y como persona y vivir bien aportando desde mi trabajo en la fundación voy a seguir aquí; Mendoza y su gente es hermosa”, concluye.
Por su parte la periodista de la publicación Wine Republic, la inglesa Amanda Barnes, argumenta que llegó a Mendoza para conocer más sobre el vino argentino. “Me enamoré de Borges y tenía el sueño de vivir en Argentina. Todavía estoy aprendiendo de las regiones de vitivinícolas del país. Vivir aquí es un sueño para una inglesa, por el sol y la vida tranquila; la gente es más relajada y valora a los amigos y la familia”, resume.
Contactos para recibir ayuda u ofrecerse como voluntario:
Sitio web: fundacionservir.wordpress.com
E-mail: fundacionservir.mdz@gmail.com
Facebook: Fundación Servir
“Nos conocimos porque coincidimos con nuestros trabajos en el mundo del vino. Somos muy diferentes pero teníamos en común nuestras ganas de ayudar desde el voluntariado”, explica la estadounidense Michel Schromm, ideóloga de la fundación que hoy funciona en Ugarteche.
Desde la nueva ONG coinciden en que la gente que vive en las zonas rurales tiene una diferencia en el nivel de acceso a la educación. Es por esto que la idea es dar más oportunidades para reforzar su educación y que de esa manera estas personas puedan también trabajar en otras áreas vinculadas a la industria del vino.
Myfanwy Turner, otra de las integrantes del proyecto, una argentina de origen galés y que vivió gran parte de su vida en en esas tierras, asegura: “Hemos tenido mucha suerte porque la gente se animó a participar. En un principio Michel empezó a formar la idea y luego nos sumamos. Cada una por su parte siempre tuvo el pensamiento de generar un proyecto de una ONG. Uno puede estar muy ocupado con su rutina pero creo que hay que encontrar el tiempo para dedicarle a este tipo de actividad”.
Entre risas cuentan que el modo de llegar a la gente del lugar es de lo más simple y familiar, sin vueltas y siempre de frente. “Vamos a la feria de los domingos en Ugarteche, ponemos una mesa con un cartel que dice clases gratuitas, preparamos unos mates y la gente se acerca interesada y el boca a boca hace lo suyo. También nos hicieron una nota en una revista del lugar. La gente ya conoce la Fundación Servir”, dice Amanda Barnes, otra de las mentoras de la entidad, una inglesa que llegó hace algunos años a estudiar más del vino argentino.
Este trío de verdaderas voluntarias dice que en Ugarteche encontraron personas que querían aprender de verdad, más allá de que muchos decían que no iba a funcionar porque la gente del lugar era muy cerrada. Hoy tienen más alumnos inscriptos de los que tenían previstos. El semestre pasado empezaron las actividades con un curso piloto de inglés de 6 semanas y este año iniciarán las actividades con cursos de Inglés y Computación, y con la idea de implementar, para las mujeres de la zona, talleres de cocina, nutrición y salud femenina. Han pasado por las aulas de Fundación Servir más de 80 personas y este año ya hay inscriptas más de 100. “Tenemos alumnos niños, adultos y adolescentes. Las clases que más piden son Inglés y Computación, y la idea es seguir sumando voluntarios a través de las redes sociales y del boca a boca”, dice Myfanwy.
Con respecto al rol de la mujer en la sociedad mendocina, estas tres jóvenes emprendedoras coinciden en que son más conservadoras que en sus lugares de origen. “El hombre trata a las mujeres de forma muy educada pero las expectativas de lograr más objetivos profesionales son menores a la de los hombres”, aseguran. Aunque reconocen: “También que hay que tener en cuenta que en estos momentos en el mundo del vino, por ejemplo, hay más mujeres enólogas o en puestos claves como en comercio exterior. Pero sí es muy diferente de lo que puede ser Estados Unidos o Inglaterra”.
El trabajo sin precedentes que Fundación Servir viene haciendo en Ugarteche es de gran impacto social, pero sus responsables reconocen que hay que empujar mucho más a la gente para que participe en trabajo voluntario. “En la cultura inglesa o norteamericana la gente esta más predispuesta a colaborar con distintas causas que atienden las ONG. Aquí es más dificultoso, lo que puede ser por el tema económico y lo que significa tener que desprenderse del dinero. En nuestros países la gente no anda diciendo ‘mirá que buena persona que soy por trabajar en una ONG, sino que se da naturalmente’”, explica Michel. Pero, asimismo, aseguran que han sido gratamente sorprendidas por la generosidad y el apoyo que han tenido en cada actividad que han emprendido.
El próximo paso de la fundación es tener un lugar físico en Ugarteche y poder crecer en lugares como Valle de Uco, Agrelo o Perdriel. También se están planificando actividades los sábados para las madres que no pueden concurrir durante la semana por sus obligaciones domésticas.
Eligieron Mendoza
El vino y el afecto a Mendoza son dos aspectos que actúan como denominador común en la vida de estas tres jóvenes extranjeras que hoy se desarrollan profesionalmente en Mendoza y colaboran desde lo social con esta propuesta educativa en favor de la gente que lo necesita.
Myfanwy Turner es dueña de la agencia de turismo Mendoza Wine Camp y llegó a nuestra provincia desde Gales hace 7 años a visitar a su hermana, que se casaba con un mendocino, y nunca más se fue. “Vendí mi pasaje en Internet y me quedé acá. En este país si bien la estabilidad económica y política no es la de Inglaterra, la calidad de vida es muy buena y sentí que desde donde yo venía la gente iba detrás del consumo y aquí se vivía de otra manera, más tranquila”, explica.
Por su parte, Michel Schromm llegó de Estados Unidos pero no para quedarse, aunque le fue gustando el lugar y vio que había muchas oportunidades de hacer cosas. Hoy se desempeña en el sector de turismo de la Bodega Pulenta Estate. “Siento esto como un desafío, y mientras pueda crecer profesionalmente y como persona y vivir bien aportando desde mi trabajo en la fundación voy a seguir aquí; Mendoza y su gente es hermosa”, concluye.
Por su parte la periodista de la publicación Wine Republic, la inglesa Amanda Barnes, argumenta que llegó a Mendoza para conocer más sobre el vino argentino. “Me enamoré de Borges y tenía el sueño de vivir en Argentina. Todavía estoy aprendiendo de las regiones de vitivinícolas del país. Vivir aquí es un sueño para una inglesa, por el sol y la vida tranquila; la gente es más relajada y valora a los amigos y la familia”, resume.
Contactos para recibir ayuda u ofrecerse como voluntario:
Sitio web: fundacionservir.wordpress.com
E-mail: fundacionservir.mdz@gmail.com
Facebook: Fundación Servir